La verdad es que no sabría decir por que decidí crear este blog. Lo más sencillo, sería reconocer que siendo el escribir historias algo que siempre me ha gustado. La posibilidad de exponerlas para que cualquiera pueda leerlas me incentivó a tomar la decisión. Sea como sea, esta resultando una interesante experiencia, un atractivo divertimento del que quiero hacer participe a todo el que guste.







Para cualquier sugerencia, crítica u opinión.






jaestrelles@gmail.com






























martes, 27 de septiembre de 2011

Confianza. Cuando los beduinos juegan al monopoly.


Según se nos cuenta en la Biblia.  Para proveer de alimento a su pueblo durante la larga travesía del desierto Dios le envió el maná. Un alimento divino que adoptaba la forma y sabor que encada momento deseaba su consumidor. Así pues el maná permitió a los hebreos cruzar el desierto y alcanzar la tierra prometida. Imagino que de ahí debe provenir la expresión como llovido del cielo. Que aplicamos a todo lo bueno que de pronto nos pueda suceder  de forma imprevista y sin que lo esperáramos.

Quien sabe tal vez  políticos,  bancos,  inversores, mercados y todo lo demás también estén esperando una especie de maná que les solucione la papeleta de la crisis. Ahora parece que el problema sería la confianza de los mercados en la capacidad de Europa para afrontar la situación. Ayer leí en la prensa que hay protestas en Wall Street reclamando que se investigue quien es el culpable de desastre. Donde esta el dinero, quien se ha o se esta lucrando con la situación y por que no parece que haya un interés real en solucionarlo. También hoy se nos dice que es un día crucial – Ya van unos cuantos- para que la comisión Europea. –Lo que en román paladino, viene siendo Alemania-  Decida finalmente como le va a entrar al asunto. Que si emitiendo DEUDA de la Unión. Ampliando el fondo de rescate común. O creando otra comisión que a su vez estudie el problema, dilatándolo un poco más haber si definitivamente todo de va al garete. Como ya expliqué en su momento cuando hace unos meses publiqué mi post el DINERO ES DEUDA. Para su funcionamiento el sistema bancario necesita dinero proveniente de la DEUDA. Y eso es precisamente lo que los mercados parecen exigirle ahora a los gobiernos que sean capaces de asumir los compromisos de su DEUDA publica. Parece ser que el problema sería la falta de confianza de los mercados ????? Las compañías auditoras que en su momento alentaron el desastre. Ahora no dejan de marear amenazando con continuas devaluaciones de las calificaciones de la DEUDA de unos y otros. Lo que no deja de tener su miga. No se fían de unos países endeudados hasta las cejas precisamente por haber tenido que acudir al rescate del propio sistema financiero.  Pues eso, que no hay confianza en los mercados y habrá que ver la forma de recuperarla. Porque la gente con parné, viendo como esta el patio dice que no aflojan un duro para inversiones ni hatos de vino. Total ya están ganando una pasta especulando con los precios de los intereses, que los países están teniendo que pagarles para que les compren las emisiones periódicas de DEUDA pública. A los inversores y al capital no les gustan la inestabilidad y los riesgos aseguran los expertos en el tema. Traducción, los especuladores solo quieren jugar con las cartas marcadas, y los ases en la manga y quien no. ¿Entretanto esperaremos el maná?

Un momento… maná, dinero, confianza, especulación, esto me recuerda algo.

Kuwait 1979 el emirato se mece indolente en las ganancias del petróleo y los magnates de mayor y menor pelaje se aburren.  Es lo que tiene que el dinero rebose por todas partes, la gente no sabe que hacer con el. En Kuwait existe una Bolsa oficial en la que operan más de cincuenta valores. Pero el control del gobierno a las inversiones y la especulación es demasiado férreo para los inversores ociosos. Deseosos de encontrar un nuevo y exclusivo  pasatiempo en el que hacer  uso de su dinero. Así en este escenario tan irreal fue como nació El Manakh., que tomó el nombre del edificio donde estaba situado. El sistema era sencillo, imaginad simplemente un monopoly  donde las ganancias y pérdidas de los jugadores son reales. Todo ello por supuesto a lo grande. Los entusiasmados jugadores no tardan en lanzarse con ahínco a competir con todas sus fuerzas. Los valores y las propiedades, en principio muy reales. Pronto sufren unas subidas vertiginosas. La avidez de los jugadores es incontrolable. Así que para alimentar la enorme cantidad de transacciones que se demandan. Pronto se crean  títulos y valores que no corresponden más que a entidades ficticias. Monopoly total con dos únicas reglas jugar siempre al alza. Aceptando como única moneda de cambio  cheques con vencimiento posterior al real. Cheques completamente legales en Kuwait por aquel entonces. Algo así como una promesa de pago. –Si ya se que suena a  cachondeo- Con la que el comprador  promete al vendedor una suma que muy probablemente aún no tiene. –Insisto esto es real- El sistema estilo bola de nieve –alucinad ¡¡- esta por supuesto basado en la confianza. Confianza ¡¡ algo sagrado en Kuwait. Tan sagrado que simplemente nadie cobra uno de estos cheques con vencimiento posterior, pieza fundamental de todo este entramado. El Manakh pronto tentó a ciudadanos kuwaitíes de toda índole. Jeques, funcionarios, beduinos enriquecidos por el petróleo, inversores experimentados con ansias de hacer dinero. Que vieron como los beneficios empezaban pronto a multiplicarse por dos, por cinco…. Era de locos, algunas inversiones llegaron a revalorizarse  un… 4000% ¿Quién no querría tomar parte? 
Naijb Al Mutawa y su hermano Jassim no lo dudaron ni un instante. En un año Najib, un simple ordenanza de la televisión kuwaití. Aprende el oficio de corredor de bolsa. Con veinticuatro años se lanza al Manakh. Apuesta todo lo que tiene y gracias a unos excelentes contactos consigue hacer que se disparen las cotizaciones de unos valores comprados discretamente. Los resultados son impresionantes. En apenas tres años Najib se hace con decenas de inmuebles. Terrenos, locales, un palacio, una casa de campo, dos Rolls, un Maserati, residencias en Londres, Cannes, un jet privado. Incluso llega a comprarse la mitad de las acciones del más bello palacio del emirato. Su fortuna ronda los 260.000 millones de pesetas. El Manakh esta en su apogeo. Una innumerable cantidad de cheques con cifras de vértigo circula sin control.  Endosándose una y otra vez sin hacerse nunca efectivos.
Hasta que un día de agosto de 1982 un “modesto” inversor con ansia de dinero fresco. Rompió la cadena de “confianza” al poner al cobro uno de los cheques de Naib Al Mutawa. Por la “modesta ”  cantidad de 30 millones de dinars (unos 10.000 millones de pesetas de la época). Aquello fue el soplido que derrumbo aquel ilusorio castillo de naipes. El cheque, parte de un sistema irreal –Pero protegido por las leyes vigentes- no tenía fondos. El pánico fue inmediato y en pocos días una avalancha de gente presento al cobro en los bancos un alud de cheques- 28.000 para ser exactos- reclamando que se hicieran efectivos. Lo que obviamente provocó que se montara la de Dios, perdón la de Ala. Los cheques suman más de 128.000 mil millones de pesetas. El Manakh es paralizado por las autoridades. Que tras auditar pérdidas y ganancias confirman un agujero de 840.000 millones de pesetas. Es el momento de la solidaridad obligada. El estado no que puede tolerar este golpe a la confianza en la solvencia de las instituciones del país. Se compromete a responsabilizarse del déficit.  Indemnizado a los pequeños inversores. Mientras que los hermanos Mutawa, en su momento héroes del Manakh , son acusados de estafadores. Todos sus vienes son confiscados y los sueños de grandeza desaparecen tras las demandas por deudas 1500 millones Jassim la mitad Najib.

Maná, Manakh se que su significado no será el mismo y que su parecido es solo circunstancial. Pero en mi modesta opinión me parece un paralelismo acertado. El maná caído del cielo. Se supone que fue algo que se le concedió a la gente para alcanzar lo que ansiaba la libertad, la tierra prometida. Los especuladores de El Manakh también trataban de alcanzar algo. Aunque solo fuera una parte de esa enorme riqueza proporcionada por ese otro maná que fluía del suelo. En la crisis actual el exceso de codicia de los especuladores y una confianza ficticia pregonada por el sistema nos arrastró al abismo. En la crisis del Manakh la codicia y la realidad ficticia se sirvieron y traicionaron a la verdadera confianza.

martes, 20 de septiembre de 2011

Embarcando en la "Stultifera Navis"

[blogdeldia.jpg]Hace unas semanas, si habéis leído bien semanas.  Soy un desastre, es lo que tiene no ser más constante. Bueno el caso es que Stultifer, del blog nosinmicamara me concedió el premio al mejor blog del día por los contenidos y matices de mi pequeño espacio. Fue una sorpresa, la verdad es que no conocía su blog. Pero tras una breve visita me pareció un espacio ciertamente interesante. Me intrigaba el termino Stultifer, y tras indagar un poco conocí el origen la palabreja. En 1494 Sebastian Brandt publicó Stultifera Navis “La nave de los locos” o de los necios. El siniestro peregrinar por los puertos del renacimiento, de esa especie manicomios flotantes, barcos cargados de necios y dementes. El relato de un viaje al país de la locura que se convirtió en una obra muy conocida de su tiempo. Llegando incluso a ser tomada como referencia por diferentes autores. Entre ellos Erasmo de Rótterdam para sus Adagios y el Elogio de la locura. De alguna manera, en su momento se empezó a asociar a ciertos escritores y humanistas calificados de “malditos” con la obra y lo que representaba. En la literatura, la locura puede servir como sátira moral. La historia esta repleta de casos en que escritores, pensadores, artistas sufrían el estigma de ser considerados peligrosos y desequilibrados por razón de sus obras. Así pues imagino, que salvando las distancias. En cierta forma ser nombrado miembro de la Orden del Stultifer de Oro. Es como entrar a formar parte de una lista de necios, locos y malditos. Con semejantes antecedentes por supuesto entenderéis que no pueda negarme a aceptar el premio.  

                            

lunes, 12 de septiembre de 2011

El maullido del gato, una historia de cine


El maullido del gato es otra de esas películas que a la par de resultar entretenidas. Te acaban permitiendo conocer sucesos insospechados de esos en los que como se suele decir la realidad acaba superando a la ficción.  Rodada en el 2002 por Peter Bogdanovich –Otro de esos personajes con una historia de película- y protagonizada por  Edward Herrmann, Kristen Dunst y Eddie Izzard.  En  la película se nos cuentan los sucesos que acabaron con el extraño fallecimiento de Thomas Harper Ince, y todo el extraño halo de misterio que durante años envolvería el asunto. Convirtiéndolo en una de esas leyendas que pueblan la historia de Hollywood.

Fue precisamente viendo RKO 281, la película que comenté en mi anterior post. Cuando escuché por primera vez el nombre de Thomas Ince. Es en un momento en que Orson Welles, ya completamente decidido a inspirarse en la figura de  Hearst para Ciudadano Kane. Intenta convencer al guionista  Herman J. Mankiewicz (hermano de Joseph L. Mankiewicz) para escribir el guión. Disgustado por la temeraria osadía con la que el  joven  Welles quiere enfrentarse a Hearst. Herman acaba reconociendo que lleva años recopilando material con la idea de escribir algo similar. Algo, a lo que sin embargo no se atreve, conciente de lo arriesgado de enfrentarse al poder y la influencia de Hearst. Pero es evidente que Welles no va cambiar de opinión, quiere hacer la película. Así que  Herman le cuenta entonces la historia de la extraña muerte de Ince, para que el joven se haga una idea de con quien esta apunto de enfrentarse.    

Es aquella extraña historia que durante años corrió por Hollywood en forma de rumor, de chisme, de secreto a voces. La que inspiraría la historia que se cuenta en El maullido del gato. ¿Pero quién era Tom Ince?

                                   Thomas Harper Ince

Actor, guionista, director, productor, Thomas Harper Ince fue sin duda uno de los primeros grandes productores de la historia de Hollywood. Buen conocedor de todos los entresijos del mundillo. El polifacético Ince, empezó a incluir en sus producciones algunas de las innovaciones que a la larga contribuirían a la consolidación y crecimiento de la industria del cine como tal. La utilización de un guión de filmación con información detallada de cada escena, lista de los escenarios interiores y exteriores a utilizar, optimización de los recursos y control de costes. Fueron algunas de sus ideas para lograr sacar el máximo partido a los estudios. Suya sería también la apuesta para que en lugar de que una persona tuviera que ocuparse de todo los aspectos técnicos y creativos. Los distintos trabajos empezaran a especializarse. Naciendo así unas nuevas categorías especificas de directores, guionistas, editores. Los resultados de la aplicación de estas ideas pronto fueron más que evidentes y los estudios de Ice empezaron a producir películas en serie. Mientras su ejemplo, pronto era seguido por el resto de los estudios. Ince se convirtió pues en un empresario de éxito que fundó y vendió diversos estudios cinematográficos. Produciendo gran número de películas, en las que cientos de actores, directores y guionistas, algunos de los cuales llegarían a triunfar. Tuvieron oportunidad de iniciar sus carreras en el mundo del cine.

Lo que seguramente Ince jamás hubiera imaginado. Es que paradójicamente, la historia de su misterioso fallecimiento también acabaría convirtiéndose en un libro y más tarde en una película.
  
El 15 de noviembre de 1924 y con motivo de celebrar el cumpleaños de Ince. Un escogido grupo de invitados, zarpó de San Pedro (California) para un placentero viaje de fin de semana abordo del lujoso yate Oneida. Charles Chaplin, la periodista Louella Parsons, las actrices Jacqueline Logan y Julanne Johnston o la escritora Elinor Glyn eran entre otros. Algunos de los acompañantes de Ince en aquel crucero. Organizado por unos anfitriones de lujo, la actriz Marion Davies y su acaudalado amante, el magnate William Randolph Hearst.

Hay diversas versiones de las razones por la que Hearst había organizado aquel crucero con Ince como invitado de honor. Las especulaciones al respecto, van desde unas negociaciones para que Ince, cuyos negocios en aquel momento andaban un tanto de capa caída. Asumiera el mando de la productora cinematográfica de Hearst. Hasta una retorcida maniobra orquestada por el magnate para atraer a Charles Chaplin. A quien los cada vez más insistentes rumores, atribuían un romance con Marion Davies. Sea como fuere lo cierto es que la noche del domingo 16 los acontecimientos se precipitaron de forma trágica.
No hay una única versión clara de lo sucedido. Pero reuniendo los retazos de los comentarios y confidencias que en de los años siguientes fueron haciendo los presentes.  El resumen más aproximado sería el siguiente. En algún momento de la madrugada del domingo al lunes. William Randolph Hearst habría confirmado sus sospechas al sorprender a  su amante Marion Davies, en compañía de  Chaplin. Presa de un ataque de furia incontrolable el magnate habría empezado a disparar un arma. Alcanzando fatídicamente a  Tom Ince. Quien según unos fue confundido con  Chaplin por Hearst. Según otros, intento detener al desquiciado magnate cuando empezó el jaleo o bien simplemente resultó alcanzado por una bala perdida.
A la mañana siguiente Ince hubo de ser urgentemente trasladado a puerto. Acompañado por el doctor Goodman, un amigo de Hearst. Que si bien era medico licenciado,  no obstante en realidad no practicaba la profesión. Según el certificado de defunción firmado por el doctor Ida Glasgow, su medico personal. Tom Ince falleció apenas dos días después, a causa de un ataque al corazón. Tras un rápido funeral el cuerpo fue incinerado de inmediato y poco después, su familia se traslado a Europa. Sin embargo los rumores sobre lo sucedido en el Oneida habían empezado a circular apenas el yate llegó a puerto.
El secretario japonés de Chaplin, le contó a su esposa que mientras aguardaba a su jefe, había visto desembarcar a Ince del barco con una herida en la cabeza. La historia corrió como la pólvora entre la comunidad del servicio domestico de Hollywood. Lo que unido a los rumores que poco a poco se empezaban a filtrar por parte del resto los invitados presentes en el yate y de la tripulación. Hicieron que un mes después de los hechos. El fiscal de San Diego decidiera iniciar una investigación. Forzado por la magnitud de chismes e historias que el asunto empezaba a provocar. La investigación no obstante se limitó a un rápido interrogatorio realizado al doctor Goodman. Quien tras asegurar que Ince bajó del barco en perfecto estado. Contó que tomaron un tren hacia Los Ángeles y que allí fue durante el trayecto cuando el director  empezó a sentirse indispuesto. Razón por la cual se habían bajado del tren en Del Mar, e inscrito en un hotel desde el que llamaron a la esposa de Ince y a su medico el doctor Ida Glasgow. Goodman no aclaró que tipo de indisposición sufría Ince ni la gravedad de esta cuando le dejó para seguir su viaje a Los Ángeles. Tampoco habló del viaje en el yate pero sorprendentemente su historia convenció al fiscal que cerró la investigación dando carpetazo al asunto. El entramado periodístico de Hearst sepultó la historia que empezó a convertirse en una especie de leyenda urbana. Mientras cada uno de los demás participantes en el viaje asumía su propia versión de lo sucedido.
Charles Chaplin por ejemplo jamás reconoció haber estado a bordo del yate cuando sucedieron los hechos. Asegurando incluso que acudió una semana después a visitar a Ince al saber que estaba enfermo. Algo complicado pues para entonces Ince ya había muerto. Curiosamente la actriz Jacqueline Logan, quien en aquel momento trabajaba para Ince. Recibió una excelente oferta para trabajar en el estudio de Hearst. Cómodamente instalada en Europa la esposa de Ince y su familia también dieron por zanjado el asunto. En tanto que la columnista Louella Parsons, quien trabaja en uno de los periódicos de Hearst. Veía catapultada su carrera tras firmar un lucrativo contrato vitalicio. Que durante los siguientes treinta años la convertiría en la columnista más influyente, y temida de Hollywood. Se dice que tras lo ocurrido en el Oneida. Abigail  Kinsolving secretaria de Marion Davies había querido denunciar una presunta violación por parte de Ince. Pero la historia fue ocultada y se corrió el rumor de que Abigail sufría algún tipo de crisis depresiva. Cuando meses después dió a luz a un bebe, Marion Davies se ocupó de que fuera internado en una institución. Abigail fallecería poco después en un accidente de tráfico. Su cuerpo sería  encontrado cerca de una de las fincas de Hearst con una sospechosa nota de suicidio. Este pareció ser pues el último acto de todo este asunto.  La historia de la muerte de  Ince, todo un personaje por aquel entonces se convirtió pues en poco más que una anécdota.
Puede que como llegaron a decir algunos. Cuando contra todo pronostico, años después Welles logró sacar adelante su proyecto de Ciudadano Kane. El poder de Hearst ya había empezado a declinar. Pese a su empeño el viejo magnate no consiguió acabar con la película. Pero tras conocer la historia de Ince, no cabe duda de lo que en su tiempo pudo llegar a ser capaz de hacer para salirse con la suya.