La verdad es que no sabría decir por que decidí crear este blog. Lo más sencillo, sería reconocer que siendo el escribir historias algo que siempre me ha gustado. La posibilidad de exponerlas para que cualquiera pueda leerlas me incentivó a tomar la decisión. Sea como sea, esta resultando una interesante experiencia, un atractivo divertimento del que quiero hacer participe a todo el que guste.







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sábado, 9 de abril de 2011

El buzón

Siete de la mañana acabo de relevar al compañero que hace el turno de noche y me dispongo a prepararme un café para empezar la jornada. Entonces oigo la puerta de la entrada y unos pasos en la escalera que llevan a recepción. -¿Un cliente tal vez?- La cadencia de los pasos no tienen nada que ver con los del el panadero el único al que espero a estas horas. Así que me adelanto a ver quien es. Se trata de una señora de unos sesenta años que me sonríe distraída. La conversación ha transcurrido más o menos así.

-Buenos días- dice adelantándose a mi saludo.
-Buenos días- respondo.
-¿Dónde tenéis el buzón para el correo?- pregunta decidida la señora.
-Perdón
-El buzón, el buzón de correo para enviar las cartas.- aclara. Enarbolando un par de sobres perfectamente sellados y cumplimentados -Aquí vosotros y los clientes enviareis cartas. ¿No?- inquiere mirando alrededor en busca de su objetivo. Mientras empieza a decirme que quiere enviar las cartas a unos amigos. Y había pensado que en el hotel tendríamos algún tipo de consigna o algo por el estilo para enviar el correo. Mi semi adormilado cerebro procesa rápidamente –bueno igual no tan rápidamente- la información. Y tras descartar la imagen de una parada de postas del pony express. –Lo primero que me ha venido a la mente-  Me repongo para responder a la pregunta.
                                                 

-Hay un buzón de correos en la esquina.- informo. Haciendo un vago gesto hacia la calle situada a espaldas del hotel.
-¿De correos? ¿En la esquina?- repite mirándome desconcertada.
-Si, conforme sale a la izquierda, rodeando el hotel.  
-¿Pero eso va?- pregunta en tono incrédulo. Mirándome como si pensara que trato de tomarle el pelo. –Seguro que esta en uso que funciona. Parece que este abandonado.- añade atropelladamente abriendo unos ojos como platos.
-Si claro, esta en servicio. Como le decía nosotros lo utilizamos.- aseguro en tono conciliador. En tanto por mi cabeza pasa el recuerdo de Bette Davis interpretando a la entrañable Annie Manzanas. En aquel genial clásico de Capra, Un gangster para un milagro.
-¿Seguro? Pero si esta sucio y todo oxidado.- cuestiona desconfiada -¿Y quien recoge las cartas, los carteros?- se resiste desconfiada mi Annie particular que no tiene nada de entrañable.
-Si bueno la verdad es que el pobre buzón esta hecho polvo.- reconozco -Pero hay un servicio que recoge el correo periódicamente.- explico resignado. Empiezo a sentirme como Alegre, otro de los personajes de la película cuyo carácter no era precisamente ni alegre ni paciente.
-¿Entonces sus cartas llegan al destino?- por su tono no parece que se lo crea.
-Por el momento nunca hemos tenido ningún problema.- digo. Antes de que me interrumpa con un ademán impaciente.
-Es increíble.- proclama a modo de despedida. Dando media vuelta para salir mientras sigue refunfuñando. Contra correos, el buzón y todo el servicio postal. Rápidamente me cruzó el comedor y voy a asomarme al ventanal que da a la calle de atrás. Desde aquí no alcanzo a ver el buzón pero tras unos segundos si veo a la señora pasar con sus cartas. Casi dos minutos después regresa ya sin ellas. Solo espero que correos no me falle.
                                                       
                                        

22 comentarios:

Cecy dijo...

Ay! No se si este cuento-relato ha salido de tu imaginación o es real. Igual da, porque de real y imaginario todos andamos un poco, verdad? Me ha dado mucha ternura, porque ademas no solo lo he leído, se los escucha y sobre todo la señora refunfuñando. Cuanta razón tiene en sospechar de el funcionamiento del correo. Yo me he sentido identificada, aunque ella corre con una ventaja, lo hace. Yo ya me he olvidado que existe.

Que buen relato o reflexivo.

Un beso!

Marcos Callau dijo...

Es muy bonito. "Un gángster para un milagro" es una de mis comedias favoritas. Pocas me gustan más. El personaje de Bette Davis es muy entrañable y el de "Alegre" muy gracioso. Glenn Ford está sublime y tambiñen el joven teniente Colombo jejeje. En fin, yo también deseo que no falle Correos. Abrazos.

Claire dijo...

jajaja.., pues sí que andaba despistada la señora; como si la viera.. Pero seguro que sí que le llegan las cartas que Correos pese a su mala fama y sus buzones oxidados yo creo que funciona bastante bien ;-)
Besos.

Madame dijo...

mmmmmmmmm porque cuando preguntas sobre el correo te quedan mirando??? cuando yo envie a Cáceres una carta igual me miraron con cara... de que no uso internet... ssssssss bueno lo tuyo fue otro lío pero bueno jaa... mmm
En Bolivia solo hay la oficina central y unas sucursales, no se deja en cualquier lugar las cartas jee... me complicaron un poco jee

besos y abrazos Juan, nos estamos leyendo.!

mamacuentista.blogspot.com dijo...

que no te extrañe que pregunte para que sirve una cabina de teléfonos, debajo de mi casa hay una que todavía funciona¡¡

Antony Sampayo dijo...

No he visto la comedia a la que haces referencia, pero me encantó este relato, le das ternura y uno acaba encariñándose con la anciana y agradeciéndole la cortesía y paciencia al tipo.

Abrazos.

Fabiana dijo...

¡Hace años que no veo buzones en las calles!

Me trajo un lindo recuerdo este relato, porque cuando yo era adolescente solía utilizar el correo para enviar cartas a todos mis amigos. No importaba si vivían a 20 cuadras de mi casa.
Para mí, las cartas eran una expresión de cariño y adoraba recibirlas también.

Que tengas una linda semana.

Doctora Anchoa dijo...

Madre mía, como el cartero se despiste y no lleguen las cartas, ya puedes huir XD.

pseudosocióloga dijo...

Yo se las hubiera cogido y ya.....por Dios.
¿Trabajas en un hotel que no tiene buzón?
¿O esto es una metáfora de los tiempos modernos?

kira permanyer dijo...

Muy bonita la entrada. Muy buen ritmo y tempo. Buena, muy buena. Un abrazo.

juan andrés estrelles dijo...

Es real Cecy, me ocurrió y tienes razón en que si lo piensas tiene su punto de simpatía. También coincido en que es una lastima que ya no usemos el correo como antes. Las generaciones futuras se perderán el encanto de esos recuerdos encerrados en las cartas. Un beso.

Ciertamente Carlos, un reparto magnifico, para una película increíble. Yo tampoco me resisto a disfrutarla cada cierto tiempo. Por supuesto leyendo la historia entenderás que su recuerdo me viniera de inmediato a la cabeza. Un abrazo.

Gracias Claire.
Las cartas llegan, como digo nosotros utilizamos el buzón regularmente. También es verdad que al pobre no le vendría mal un poco de mantenimiento. Un beso.

Te entiendo Madame, hoy en día poca gente ve el servicio postal como un medio de comunicación. Un abrazo.

Tranquila mamacuentista. De esas también tengo dos aquí enfrente. Pero no les falta detalle, funcionan a todo trapo y telefónica no pierde la ocasión de hacer caja. Un beso.

Pues te la recomiendo Anthony, es una gran película. Un abrazo.

Aun que la verdad es que no escribí muchas. La experiencia de recibir y enviar cartas es algo que también recuerdo con cariño. Gracias Fabiana lo mismo para ti.

No creas Doctora que no me estuvo mosqueando el asunto durante un buen rato. Un beso.

No Pseudo, no es ninguna metáfora. Trabajo en un hotel pequeño, familiar. Hacernos cargo del correo de los clientes. Sobre todo postales de recuerdo a las que son muy dados los extranjeros. Es algo que hacemos normalmente. Las enviamos desde ese buzón. Pero la señora –como he podido constatar a posteriori- se acaba de instalar en la misma calle. La opción de coger las cartas implica que te pueda seguir trayendo más, cuando ella conocía la existencia del buzón. No es que quisiera desentenderme. Un beso.

Gracias Kira.

Miguel Angel dijo...

Cierto...reza al altísimo para que correos no te falle , porque si no , te vas ha gastar una fortuna en aspirinas y tapones para los oidos, de la charla- coloquio , que te va a endosar la señora , se fuerte.
Un abrazo

Verónica dijo...

Jajajajajaja. Como no lleguen sus cartas volverá a por ti!!!!!

abril en paris dijo...

¡Annie Manzanas que pelicula tan sentimental..! Me encanta ese personaje de Bette Davis que en éste caso no es la "mala" sino una tierna y pobre mujer.
Lo de los buzones es una pena..¡el correo tradicional ha pasado ya casi a la historia ¡ con lo romántico y apetecible que era recibir carta manuscrita de alguien..! Ahora solo es del Banco de turno o publicidad. Y si quieres mandar correo con sobre y sello tienes que ir a la oficina más próxima asi que todavia quede algún buzón es una "milagro".
¡ Qué curiosa historia ! Parece de ficción, pero me ha gustado mucho.

Un besito :-)

Layna dijo...

Hermoso relato. Que hoy en día que alguien desee enviar una carta por correo ordinario parece una gran hazaña o algo fuera de lo común. En el fondo es un acto de lo más romántico escribir a mano una carta, ensobrarla y sellarla. Echo de menos esas mañanas de adolescente que deseaba que llegara el cartero para comprobar si esa mañana tenía una carta de amor del último verano o no. Hoy en día con los mails está en desuso pero no deja de ser hermoso ver una carta con mi nombre escrito a mano en el sobre.

juan andrés estrelles dijo...

Gracias Miguel, mira que si tengo que ser yo quien acaba teniendo que sacar la maleta.

juan andrés estrelles dijo...

Si Verónica, no lo dudes. Es una idea que no me quito de la cabeza. Un beso.

juan andrés estrelles dijo...

Ya sabía yo que la recordarías Abril.

Grandísima película y una Bette Davis maravillosa. Si, una lastima perder ese encanto de las cartas y sus historias. Esta por ejemplo viene provocada por ellas.

juan andrés estrelles dijo...

Si, ver que alguien se toma la molestia de escribir una carta o una postal como las de “antes”. Es una gozada. Gracias Layna me alegra leerte, estas en tu casa.

pseudosocióloga dijo...

Bueno, siendo así, vale.
Yo tengo guardadas tooooodas las cartas:las que nos escribíamos para enviarnos de un pupitre a otro, contándonos el "finde" con doce añitos, porque no podiamos esperar al patio.Las de mi primer novio, las de todos mis amigos cuando me fui un verano a los E.E.U.U, las de las amigas que hice en Riaza con diez años y nunca volví a ver, las de un amigo que metieron en la cárcel, tooodas.....

Meg dijo...

jajaja, bueno, espero que correos no le fallara, yo echo de menos recibir y mandar cartas a veces, ya que he hecho mucho uso de Correso, desde pequeña, tengo muy buenos recuerdos guardados....

Annie manzanas...es tan adorable!!! Capra siempre enseñándonos la bondad del ser humano!!

juan andrés estrelles dijo...

Que suerte Pseudo.
Menudo archivo, seguro que repasarlo sería una experiencia de lo más interesante.

Muy cierto Meg. Una lastima lo del correo, cuanto encanto del que ya no disfrutamos.
Capra acertó de lleno con la historia. Un beso.